Mis consideraciones se ajustan a reales situaciones, a riesgo de padecer reiteradas restricciones a las mismas.
a) {Quién es Vladimir Putin: machismo, asexualidad y una infancia sin amor}Pues, en el curso de la evolución de la ecuménica perversa civilización patriarcal, tenemos la oportunidad de percibir cuales son las “virtudes humanas”, que han dado lugar al carácter de quienes desde oriente a occidente imponen su poder a lo largo de la historia. Genéricamente hablando la civilización del ecuménico perverso varón, se encuentra en la etapa más avanzada de la evolución; fundamentalmente, a partir de la adquisición del lenguaje y de una visión más detallada del mundo externo y de su mundo interior a través del psicoanálisis (Freud), sin perder su sádico instinto de muerte como en el ejemplo “OMICRONADO” y “UCRANIA”.
b) {Nacido en Leningrado en 1952, el carácter solitario del líder del Kremlin se empezó a forjar durante su infancia, en la que tuvo que crecer en una familia de sustitución, a la que le enviaron previamente sus padres biológicos.}Pues, se actúa en nuestras acciones, transfiriendo sobre personas y objetos, el predominio de aquello que experimentamos en nuestro acceso a lo real en la etapa desde el nacimiento a los primeros años, fundamentalmente.
c) {Habitualmente, heridas como la falta de afecto o la soledad se suelen cubrir con una apariencia fuerte, con una coraza de poder. Esto es aplicable también a Putin, quien busca llamar la atención con frecuencia y mostrarse como un macho dominante cada vez que puede o le interesa.}Pues, transferimos así, en el desarrollo de nuestra vida, esas experiencias de los primeros años, que han quedado en el inconsciente.
d) {Los peligros de ser siempre el ‘macho dominante’ pasan también por, evidentemente, tener conductas machistas, hasta las más violentas. En el caso de Putin, el autor alemán Erich Schmidt-Eenboom afirma que el exagente del KGB ejercía maltratos físicos a su exmujer Ludmila durante los años 80 y que, a día de hoy, no guarda relación ni con ella (se divorciaron), ni con las dos hijas resultantes del matrimonio, Mariya, de 37 años, y Ekaterina, de 36. Además, el mismo autor revela una curiosidad realidad de Putin y es que al parecer, este último no es muy aficionado al sexo: «El sexo y la vida sexual le son totalmente ajenos».}Pues, nos expone el ecuménico perverso patriarcado la influencia de su irresoluble perversión y ambigüedad sexual en cada situación que se provoca en la dinámica social. Tal influencia se desarrolla porque la situación de la sociedad, roza inevitablemente su irresoluble perversión y ambigüedad sexual. El drama psicológico del infante varón, su temor a la castración y repudio a lo femenino considerado “castrado”, se convierte en psicopatológico, cuando la fuente infantil de ese sufrimiento, que hemos de compartir y del cual se espera que derivemos nuestro placer, no es ya un conflicto entre dos motivaciones inconscientes casi por igual, sino entre motivaciones conscientes y reprimidas.
e) {Si Putin es la amenaza principal de Occidente en estos momentos, a mediados del siglo XX hubo otro líder que también puso en jaque a todas las naciones del mundo: Adolf Hitler. Un hombre que guarda algunas similitudes con el presidente ruso, como los traumas infantiles, el vacío de afecto y la búsqueda del poder no solo económico y social, sino territorial.}Pues la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal llegada al Siglo XXI, nos muestra el resultado de su desarrollo económico y tecnológico de tales características; no registradas en la historia. El tejido social conformado durante milenios se apoyó y se apoya en el poder del transexual ecuménico perverso varón, estructurado en su irresoluble perversión y ambigüedad sexual; no obstante, el “sistema” transexual ecuménico perverso patriarcal sonríe cuando se les habla de una interpretación sobre su agresivo y sádico comportamiento. La transexual ecuménica perversa civilización patriarcal es desarrollo y resultado de su concepción de dominio, que deriva su posicionamiento social basado en la rebelión primordial de la horda primitiva. El avance científico y tecnológico del transexual ecuménico perverso patriarcado, redistribuye en los órdenes de la educación y salud un basamento propio de su sexualidad oral – sádica. El “dominio” pretendido sobre la naturaleza “evolucionó y evoluciona” sin considerar el impacto sobre el eco sistema ¿Cómo sería el lineamiento, si el poder fuera ejercido e impuesto por lo femenino; más de la mitad de la población mundial? El transexual ecuménico perverso patriarcado evitará semejante experiencia, pues su irresoluble perversión y ambigüedad sexual lo asumiría en su paranoico carácter, como “protagonista” que debería incurrir en un sufrimiento y espantoso temor que le malograría el placer implícito en su caníbal satisfacción. El consolidado sistema transexual ecuménico perverso patriarcal ensambla “coordinadamente” la estructura mundial en este desarrollo milenario, donde recrea y maneja ya no lo conflictivo inconsciente, sino las motivaciones conscientes y reprimidas del sometimiento de lo femenino. Es así, que le permite permanecer dominando y recreando procesos y crisis. Procesos, de lo que originariamente la fisión atómica como arma de destrucción masiva, en Japón, vuelve en esta emergencia como potencial e inmenso poder de aniquilación, derivado de su pretendido uso pacífico.El autor de estas líneas ha osado, en sus Notas, colocarse enfrente de los severos principios del macho y al lado de la mujer, y de las opiniones del feminismo. En un mundo globalizado, en este febrero de 2022, contemplamos la civilización – cultural del transexual ecuménico perverso varón como fue modelada a la luz de sus deseos como único “protagonista”, de un desastre nuclear que puede hacer desaparecer una nación. Puede leerse “héroe” como “protagonista”, pues una misma voz contempla ambas acepciones.
El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
“El feminismo es única y absolutamente la mujer”
Un travesti o un trans; no es una mujer
El discurso de la acción femeninológica, de mi ciencia de lo femenino (Femeninologia), expone al varón frente a aquello que ha silenciado en el pasado; el fundamento agresivo que encubre con su hipócrita moral y ética patriarcal, que se demuestran insostenibles en el presente.
Buenos Aires
Argentina
28 de febrero de 2022
Osvaldo V. Buscaya (OBya)
Psicoanalítico (Freud)
Femeninologia
*Ciencia de lo femenino
Actualidad
Quién es Vladimir Putin: machismo, asexualidad y una infancia sin amor
Te contamos los orígenes y el desarrollo personal del hombre más poderoso de Rusia
Quién es Vladimir Putin: machismo, asexualidad y una infancia sin amor
- SMM
Actualizado 25/02/2022 – 14:27 CET
La invasión de Rusia a Ucrania es una de las mayores tragedias de los últimos años en Occidente. Un conflicto que nos ha dejado a todos desolados, preocupados y pendientes de un nombre propio: Vladimir Putin.
El presidente ruso ha sido durante décadas una de las figuras más influyentes de la política mundial, y aunque la mayoría de personas intuían que era una persona potencialmente peligrosa, nunca se imaginaron que llegaría hasta los extremos actuales, más aún viviendo en el siglo XXI.
Desde este momento, todo el mundo se pregunta cuál es el origen de esa ira, esa ambición desmedida, esa crueldad… Hoy, os contamos las claves de la personalidad de Vladimir Vladimirovich Putin.
Una infancia sin sus padres biológicos
Nacido en Leningrado en 1952, el carácter solitario del líder del Kremlin se empezó a forjar durante su infancia, en la que tuvo que crecer en una familia de sustitución, a la que le enviaron previamente sus padres biológicos.
Según el politólogo Stanislav Belkowski, esto le causó muchos traumas, los cuales le llevaron a desconfiar de las personas y a sentirse únicamente cómodo en compañía de animales.
De hecho, los únicos amigos del presidente ruso son su labrador Koni y el ovejero búlgaro Buffy.
Putin, el espejo de la masculinidad tóxica
Habitualmente, heridas como la falta de afecto o la soledad se suelen cubrir con una apariencia fuerte, con una coraza de poder. Esto es aplicable también a Putin, quien busca llamar la atención con frecuencia y mostrarse como un macho dominante cada vez que puede o le interesa.
Durante los últimos años, se le ha podido pescando con el torso desnudo, blandiendo fusiles, conduciendo una Harley… todo para mostrar una imagen de virilidad, de superioridad masculina.
Un carácter indómito y herido del que ya habló Angela Merkel hace años: «Siempre ha tenido una imperiosa necesidad de demostrar quién es el más fuerte».
Un maltratador en toda regla y… ¿asexual?
Los peligros de ser siempre el ‘macho dominante’ pasan también por, evidentemente, tener conductas machistas, hasta las más violentas.
En el caso de Putin, el autor alemán Erich Schmidt-Eenboom afirma que el exagente del KGB ejercía maltratos físicos a su exmujer Ludmila durante los años 80, y que a día de hoy, no guarda relación ni con ella (se divorciaron), ni con las dos hijas resultantes del matrimonio, Mariya, de 37 años, y Ekaterina, de 36.
Además, el mismo autor revela una curiosidad realidad de Putin y es que al parecer, este último no es muy aficionado al sexo: «El sexo y la vida sexual le son totalmente ajenos».
Putin y Hitler, dos perfiles parecidos
Si Putin es la amenaza principal de Occidente en estos momentos, a mediados del siglo XX hubo otro líder que también puso en jaque a todas las naciones del mundo: Adolf Hitler.
Un hombre que guarda algunas similitudes con el presidente ruso, como los traumas infantiles, el vacío de afecto y la búsqueda del poder no solo económico y social, sino territorial.
Si bien es cierto que Vladimir Putin no ha engendrado ningún holocausto antisemita durante las últimas décadas (y menos mal), su visión estratégica también pasa, según muchos, por un relato de fanatismo expansionista, empecinado en crear un espacio de dominación rusa.
Este relato tendría su origen en la nostalgia, pues para muchos politólogos, Putin no es más que un producto, el producto de la humillación que sufrió la URSS por EEUU al final de la guerra fría.
Vladimir Putin, del dolor a la violencia
En definitiva, queda claro que la única obsesión real de Vladimir Putin es el poder, a través del miedo.
Un hombre que se escuda en la nostalgia de devolver a Rusia a su relevancia política y territorial de los tiempos de la URSS, pero que en realidad, solo busca ser admirado y querido.
Así queda el retrato psicológico de uno de los hombres más peligrosos del mundo en la actualidad.