Archivo de marzo 2022

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Mar
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Comentario al artículo «Covid-19 y Revolución»*

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Mis consideraciones se ajustan a reales situaciones, a riesgo de padecer reiteradas restricciones a las mismas.
Acertadas consideraciones del Dr. Mario Borini

“Como todos esos dramas de la humanidad imperan en casi todos los países, ¿qué dificultad hay en admitir que la política pública frente a la pandemia reproduce la misma perversión, corrupción y desatino?”Pues, el poder ecuménico perverso del Nuevo Orden Mundial apartó a la carrera de medicina de lo conceptual científico sometiéndola a la imprevisibilidad total; Este «juego» nos enfrenta a un mundo definitivamente irreal más allá de todo principio de verdad y de realidad; Cuesta aceptarlo y lo paradójico está en que confiamos escapar a ello con más información y comunicación, que agrava con ello la relación de incertidumbre «OMICRONADA» y » UCRANIA»; Fugamos hacia adelante; Perseguimos las técnicas y sus efectos perversos, del humano y de los clones sobre la pista del anillo de Moebius sin salida. El aspecto relevante de la política y la corporación médica estatal y privada que, con un modelo creado intencionalmente, han provocado una situación con consecuencias psicopatológicas desquiciadas destructivas autoritarias mediante una mundial analogía virósica, que irreversiblemente ha destruido la relación familiar y social, la educación en todos los niveles, los ingresos, que no permite otra alternativa que nuestra propia autoeliminación. El disparador de la mundial analogía virósica generado por la corporación medica estatal y privada al servicio de la industria farmacéutica del poder mundial, llevó a la masa mundial a creer en este proceso.Osvaldo BuscayaPsicoanalítico (Freud)Aspectos esenciales e inéditos del Siglo XXI*La mundial analogía virósica29 de marzo de 2022CABAArgentina

CIENCIA Y SALUD

*Covid-19 y Revolución

  • 27.03.2022

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Si nos atrevemos a nombrar la palabra revolución, su concepto es muy útil para repensar esto que llaman pandemia, y también la política pública que la usó como excusa.
Revolución implica un cambio dramático. Y eso es precisamente lo que hace falta. Y entonces, bienvenido el covid-19, si todas las perversiones que trajo aparejadas se siguen de una ruptura revolucionaria, queremos decir, colosal.
Ubicamos la obra de Jesús como la revolución más integral en la historia escrita, jugado hasta el extremo para darle sentido solidario y liberador a todos los entes terrenales, en sí mismos y en su trascendencia. Los demás revolucionarios, recortaron esa revolución integral a alguno de sus aspectos específicos. Buda ya había transitado por una experiencia personal que lo llevó a repensar la vida desde una transformación interior, sin concesiones. Marx demostró científicamente su necesidad a partir del proletariado, sometido al capitalismo industrialista. Luther King sostenía esa necesidad desde el activismo, para respetar los derechos humanos de los afro-estadounidenses, sin omitir esos derechos contra la pobreza, ni contra la guerra representada en ese momento por la de Vietnam.
Ahí tenemos ejemplos de una transformación espiritual, económica, jurídica, social. 
Sus mentores fueron acicateados por experiencias conmovedoras: Buda, por una crisis personal, Marx por la indignación que le producía la explotación humana en el trabajo Luther King por la desigualdad étnica, distinguiéndola de la crisis social estigmatizada por Marx.

REVOLUCIÓN HOY
Ahora estamos nuevamente en una situación extrema, que nos convoca a cambios radicales: psicológicos, sociales, científicos, económicos, políticos, espirituales. Convocados al respeto inexorable de los demás, de nosotros mismos y de todas las cosas, eso que llaman dignidad.
No dudamos, entonces, de que lo que necesitamos es una revolución. Esa necesidad involucra tanto a la existencia como a la trascendencia.
No hemos encontrado ni ciencia, ni belleza, ni amor, ni servicio en esta política pública. Por el contrario. Encontramos desvíos inclementes de la verdad, y aún de la verosimilitud, en todas esas áreas.
No es lo peor: esos desvíos se patentizaron en la formación, aptitud y actitud del personal de salud, supuestamente entrenado para limitar el error en salud por parte de la dirigencia política, gremial, mediática, artística, religiosa, militar, y de la sociedad en general. Todos los actores sociales de esos campos, junto a buena parte de los profesionales y demás empleados del sector salud, se alinearon en contra de la evidencia más evidente.

POLÍTICA PÚBLICA SIN CIENCIA
Así, la política pública en la epidemia careció de epidemiología, ¡vaya sorpresa! ¿Cómo lo supimos? Porque se tomaron medidas en masa a partir del 20 -3-2020, con encierro, impedimento, violencia y penalización de la circulación, incluso en 11 jurisdicciones del país, pese a que seis provincias tenían menos de una decena de casos y otras cinco no tenían ninguno. Mientras, se advertía claramente que las medidas de los gobiernos no tenían antecedente en ninguna de las otras 10 pandemias que hoy nos prosterna, si la del covid-19 merece ese nombre. ¿Qué nos parece si empezamos por el hambre, en medio del sarcástico exceso en la producción de alimentos?
También carecieron de inmunología los discursos oficiales, hasta el punto de que caracterizados infectólogos de casos, casi todos sumidos en inhabilitantes concesiones a intereses (más que conflictos de intereses), hacían como que ignoraban a la inmunidad natural, aunque ésta era la que nos había permitido llegar hasta aquí, superando desde nuestros antepasados todas las anteriores pandemias que, a diferencia de esta, fueron indiscutiblemente verdaderas. 
Ni qué hablar de la genética, que podía reconocer en el SARS-CoV- 2 la monocadena de ARN, con la misma estructura entonces que el VIH donde no se había conseguido una vacuna. ¿Cuál era la advertencia? Que la industria se podría adelantar un paso, saltando la barrera del ARN (citoplasmático) y tocando entonces al ADN (nuclear), nuestro código genético, que da origen al ARN donde se mostró inepta para generar inmunidad artificial con una vacuna sin importar que fuera más riesgosa, tardía y costosa en comparación con la inmunidad natural.
¿Y las ciencias sociales? Estaban bien calladitas, ausentes del discurso oficial, que negaba a la participación social la capacidad de contribuir a controlar la llamada pandemia, mientras descargaba impíamente el gasto en la sociedad que en buena medida tendría que haber sido hospitalario. ¿Pero de dónde financiarlo?, … luego de gestiones que esquilmaron (sin grieta alguna) los fondos recaudados con la excusa de la salud. 
No hablamos con el diario del lunes. El 26-3-2020 publicamos esta falta de ciencia. En «El reinado del coronavirus», expusimos estas falencias inadmisibles y la imposibilidad de asignar tautológicamente a un supuesto microrganismo la responsabilidad en la producción mono causal del covid-19. Estaba claro que estábamos ante decisiones políticas maquiavélicas, o sea, con objetivos políticos por fuera de pruebas científicas y arrolladores del derecho y los principios éticos elementales.
Y luego, con innumerables profesionales y activistas despiertos, repetimos la historia en miles de reportajes, artículos y notas, difundidos en medios de menor alcance, con muy escasa presencia en los grandes medios que cumplían estrepitosamente la censura orquestada desde los poderes políticos y económicos del país. Nos preguntan: ¿faltaron intimidaciones, amenazas, detenciones ilegales y otros variados atropellos? No, no faltaron.

POLÍTICA PÚBLICA CONTRA UNA POLÍTICA SOCIAL
Ahora estamos conminados a una revolución: de la privacidad, de la vida pública, de la ciencia, del arte, de la política, de la espiritualidad. En todas esas áreas se atentó contra la salud, la vida, el bienestar general, el derecho, la soberanía, el conocimiento y la paz social. ¿Qué porcentaje de la Constitución Nacional se estará cumpliendo? Sin ir más lejos, contestamos: casi nada de esos puntos contenidos en 5 renglones del Preámbulo que le da sustento.
Sino, ¿cómo explicamos que los seis mayores negocios en las transacciones económicas de la humanidad, sean hoy los contaminantes fósiles, las drogas, el narcotráfico, la deuda externa, la guerra y la trata de personas?
Como todos esos dramas de la humanidad imperan en casi todos los países, ¿qué dificultad hay en admitir que la política pública frente a la pandemia reproduce la misma perversión, corrupción y desatino?
En Argentina, es la primera vez que los gobiernos de sus 24 jurisdicciones adhieren y ejecutan una misma política pública. Como basamento de esta triste rendición en el altar de los acuerdos políticos, que traicionan las promesas a los votantes, ¿ignoramos el sometimiento que implicó la Ley de coparticipación tributaria, sin cambios desde los 90?

SALIDA
¿Encontraremos una salida? Depende de cuál es nuestro nivel de autoindulgencia. Y de resistencia y organización. Y la voluntad y el concepto que nos obliguen a exponernos para recuperar nuestra dignidad. Nos enfrenta una minoría microscópica que ridículamente ha sabido imponernos el mayor rigor, civil y militar, al que nos sometimos en toda nuestra vida cívica.

Mario Borini
Prof. Titular Salud Pública -UBA- 2003-2008

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29
Mar
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Comentando «La cesura en Twitter»* del feminismo clásico

Mis consideraciones se ajustan a reales situaciones, a riesgo de padecer reiteradas restricciones a las mismas.

a) {En redes sociales conviven todo tipo de concepciones: las que defienden la existencia de un alma inmortal y las que son ateas, las que defienden el independentismo de Cataluña y las que defienden la unidad del Estado, hay personas anarquistas que se oponen a la existencia del Estado y hay personas que defienden ideas preconstitucionales. En este contexto de pluralismo, la afirmación de la existencia del sexo biológico no puede convertirse en una forma prohibida de blasfemia.  En las redes sociales la acusación de odio y la amenaza del cierre de cuentas se está empleando para reprimir la discrepancia.}Pues, la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal llegada al Siglo XXI, nos muestra el resultado de su desarrollo económico y tecnológico de tales características; no registradas en la historia. El tejido social conformado durante milenios se apoyó y se apoya en el poder del varón, estructurado en su irresoluble perversión y ambigüedad sexual; no obstante, el “sistema” transexual ecuménico perverso patriarcal sonríe cuando se les habla de una interpretación sobre su agresivo y sádico comportamiento. El autor de estas líneas ha osado, en sus Notas, colocarse enfrente de los severos principios del macho y al lado de la mujer, y de las opiniones del feminismo. En un mundo globalizado, en este marzo de 2022, contemplamos la transexual ecuménica perversa civilización – cultural del varón como fue modelada a la luz de sus deseos como único “protagonista”, de un desastre nuclear que puede hacer desaparecer una nación. Puede leerse “héroe” como “protagonista”, pues una misma voz contempla ambas acepciones.

b) {Sin embargo, existe una doble vara de medir. Cuando aparece el discurso feminista, la censura se despliega con una agresividad inusitada. Hay que recordar a twitter y a las demás redes sociales que deben respetar la libertad de expresión de las mujeres y que una interpretación de los derechos humanos solo tendrá solidez argumentativa si se permite el debate libre con otras interpretaciones. Cuando se confía en los propios argumentos no se teme el disenso.}

Pues, no cabe duda que el transexual ecuménico perverso varón “ignora”, tan en absoluto, los motivos de su irresoluble perversión, como el origen de los procesos que consideran a la mujer ajustada a su inferior rol. Estos procesos son, reminiscencias de los recuerdos, transformaciones y deformaciones adoptadas por los mismos, después de haber intentado sin éxito abrirse paso, en forma no modificada, hasta la conciencia. El supuesto juicio crítico concebido por el patriarcado de que la esclava mujer, representa algo “actual”, como asimilable a la libertad, no es sino una sustitución de su convencimiento de que aquel paso tan lleno de “legalidad ecuménica”, era la característica de un “contemporáneo” sometimiento (antiguo) que conoce hace siglos y que en la época presente recrea así en la “legalidad” del sometimiento de la mujer.

Todo el sistema de lo denominado “civilización” en su cultura, educación, arte, ciencia, etc., está asentado en el proceso edípico donde la masa masoquista simiesca, irreversiblemente, se adhiere a quienes poseen las elevadas condiciones sádicas, que satisfacen su instinto de muerte sobre la propia masa masoquista simiesca.

Osvaldo BuscayaPsicoanalítico

 (Freud)

*La cesura en Twitter

28/03/2022

AUTORA

Tasia Aránguez Sánchez

Responsable de Estudios Jurídicos de la Asociación de Afectadas por la Endometriosis (Adaec) y profesora del Departamento de Filosofía del Derecho de la Universidad de Granada

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En redes sociales conviven todo tipo de concepciones: las que defienden la existencia de un alma inmortal y las que son ateas, las que defienden el independentismo de Cataluña y las que defienden la unidad del Estado, hay personas anarquistas que se oponen a la existencia del Estado y hay personas que defienden ideas preconstitucionales. En este contexto de pluralismo, la afirmación de la existencia del sexo biológico no puede convertirse en una forma prohibida de blasfemia.  En las redes sociales la acusación de odio y la amenaza del cierre de cuentas se está empleando para reprimir la discrepancia.

Hasta ahora se ha considerado que la democracia es un debate político que se sostiene sobre libertad de expresión y la autonomía ciudadana (Sentencia del Tribunal Constitucional 21/2000, de 31 de enero). No hay ningún motivo para excluir a las feministas del debate argumentativo.

Debido al enorme volumen de comentarios en línea, las plataformas como twitter, facebook, instagram, tiktok y youtube, cuentan con mecanismos de autorregulación, que permiten limitar los contenidos ilegales o nocivos. Estos mecanismos están sujetos al ordenamiento jurídico, deben respetar la jurisprudencia, y sus resoluciones pueden ser recurridas ante el poder judicial. Los mecanismos se establecen en la Directiva europea 2000/31/CE, y en España en la Ley 34/2002 de Servicios de la Sociedad de la Información y el Comercio Electrónico (LISI). Las redes sociales deben respetar la primacía jurídica de la libertad de expresión para no caer en la censura.

La posición histórica de las democracias es la prevalencia de la libertad de expresión. El Tribunal Constitucional establece que existe un amplio margen para la libre expresión de ideas y opiniones, y también para la crítica, “aun cuando la misma sea desabrida y pueda molestar, inquietar o disgustar a quien se dirige, pues así lo requieren el pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin los cuales no existe sociedad democrática» (STC 174/2006, de 5 de junio).

El Tribunal Constitucional llega a afirmar de modo tajante que se debe respetar la libertad de cualquier opinión, “por equivocada o peligrosa que pueda parecer (…), incluso las que ataquen al propio sistema democrático. La Constitución, se ha dicho, protege también a quienes la niegan»(STC 176/1995, de 22 de diciembre).

Este carácter preferente de la libertad de expresión se funda en que esta es necesaria para que la ciudadanía pueda formarse una opinión pública libre, sin la que no existiría pluralismo político y, por tanto, no sería posible la democracia. La libertad de expresión es una condición previa y necesaria para el ejercicio de los demás derechos. Esta libertad permite que la ciudadanía “pueda formar libremente sus opiniones y participar de modo responsable en los asuntos públicos”. Para ello debe recibir amplia información de modo que pueda “ponderar opiniones diversas e incluso contrapuestas” (STC 112/2016 de 20 de junio).

El artículo 510 del Código Penal prohíbe el “discurso de odio”, es decir, la difusión  de comentarios “por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias (…) su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad”. Pero el establecimiento de límites penales a la libertad de expresión debe ser especialmente cuidadoso para no hacer del derecho penal un instrumento de disuasión del ejercicio de la libertad de expresión (STC 112/2016, de 20 de junio).

el establecimiento de límites penales a la libertad de expresión debe ser especialmente cuidadoso para no hacer del derecho penal un instrumento de disuasión del ejercicio de la libertad de expresión (STC 112/2016, de 20 de junio).

La jurisprudencia relativa al artículo 510 CP indica que para que las palabras sean castigadas debe generarse un clima “pre-delictivo” que produzca un peligro potencial real (AAP Madrid 399/2012 de 16 de mayo). Por consiguiente, aunque unas palabras se consideren odio (trivialización, negacionismo, insultos, críticas, expresiones de mal gusto, sátiras, ridiculizaciones, cuestionamiento de creencias, confrontación o desprecio de sentimientos identitarios, etc), esas palabras no constituyen un daño por sí mismas. Es decir, debe haber un peligro cierto de que sucedan actos de violencia o discriminación.

A diferencia de lo que defienden los partidarios de la “cultura de la cancelación”, para que exista condena no es suficiente con el hecho de que una persona perteneciente a un colectivo discriminado afirme que se siente ofendida por un comentario, ni que alegue daño psicológico. Además no es competencia del derecho castigar meros pensamientos, como señala el tópico “cogitationis poenam nemo patitur” (“nadie puede ser penado por sus pensamientos”, Ulpiano, Digesto 48). Sostener que el derecho debe intervenir para corregir opiniones equivocadas, aunque estas no generen ningún daño o peligro concreto, nos situaría en la estela de los “delitos de opinión” del franquismo.

Cuando se valora si un comentario constituye odio también hay que tener en cuenta si la motivación del comentario es realizar una crítica política o si su propósito es estigmatizar o generar violencia hacia un colectivo.

Estos límites jurisprudenciales del delito de discurso de odio pueden trasladarse al ámbito de las sanciones administrativas al discurso y al ámbito de la autorregulación de las redes sociales. Sin embargo, la capacidad sancionadora de las redes sociales suele desarrollarse de modo disfuncional, pues son conocidas las campañas organizadas en redes sociales con el objeto de tumbar cuentas con las que se disiente políticamente. En efecto, las denuncias masivas llevan aparejada una sanción casi automatizada, sin derecho efectivo a la réplica.

Resulta dolorosamente hipócrita que una red social como twitter vete a las feministas mientras permite la difusión de pornografía sexista y tolera las cuentas de los taliban o las de grupos filo-nazis.

Resulta dolorosamente hipócrita que una red social como twitter vete a las feministas mientras permite la difusión de pornografía sexista y tolera las cuentas de los taliban o las de grupos filo-nazis. Las redes sociales han medrado al auspicio de la ideología de libre mercado que elimina toda responsabilidad jurídica de las empresas por los contenidos que alojan. Las redes sociales se reivindican como depositarias del juego democrático que permite expresarse incluso a las ideologías intolerantes.

Sin embargo, existe una doble vara de medir. Cuando aparece el discurso feminista, la censura se despliega con una agresividad inusitada. Hay que recordar a twitter y a las demás redes sociales que deben respetar la libertad de expresión de las mujeres y que una interpretación de los derechos humanos solo tendrá solidez argumentativa si se permite el debate libre con otras interpretaciones. Cuando se confía en los propios argumentos no se teme el disenso.

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24
Mar
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Sentencias por 11 de julio en Cuba. Lo que fue y lo que vendrá

 (Video a manera de ilustración). Por Carlos Manuel Estefanía Aulet. Un paso adelante y dos atrás en el camino hacia un estado de derecho El viernes 14 de enero de 2022, 66 cubanos, de ellos […]

Versión actualizada del texto aparecido en la entrada anterior, publicada en Zoe Post — El Hombre de Cuba Nuestra
22
Mar
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Examinando las creencias conspirativas y el COVID-19 en cuatro países: el papel del disgusto hacia el sistema político y las implicaciones para el comportamiento prosocial

 

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Comprender por qué las personas creen en las teorías de conspiración relacionadas con los brotes de enfermedades y las consecuencias de tales creencias es fundamental para combatir tanto la pandemia de COVID-19 como su correspondiente «infodemia». En la introducción a este número especial sobre teorías de conspiración sobre enfermedades infecciosas, los autores primero brindan una breve descripción general de las narrativas de las teorías de conspiración relacionadas con COVID-19, seguido de una revisión de los marcos teóricos existentes sobre la psicología de las creencias de conspiración. Específicamente, discuten cómo las necesidades epistémicas, existenciales y sociales contribuyen a la celebración de creencias conspirativas. Luego, los autores resumen los principales hallazgos de los nueve artículos empíricos presentados en este número, en particular cómo arrojan luz sobre los antecedentes y las consecuencias de las creencias conspirativas relacionadas con enfermedades.

Palabras clave

enfermedades infecciosas , teorías de conspiración , COVID-19 , creencias de conspiración

Introducción

No solo estamos luchando contra una epidemia; estamos luchando contra una infodemia. (Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud, febrero de 2020)

El COVID-19, que comenzó como una epidemia en China, se ha convertido desde principios de 2020 en una pandemia que afecta a países de todos los continentes. Hasta agosto de 2021, el virus había infectado a más de 210 millones de personas y había matado a más de 4,4 millones de personas. Como ha sido el caso de otras crisis de salud pública (por ejemplo, el brote del virus Zika; Klofstad et al., 2019 ), las personas han creado y difundido teorías de conspiración sobre el COVID-19, desde su origen y transmisión hasta tratamientos y curas. La era de las redes sociales hace que la transmisión de estas teorías de la conspiración sea rápida y fácil a través de sitios web y aplicaciones populares, como Twitter ( Ahmed et al., 2020 ) y Reddit ( Shahsavari et al., 2020).). La reciente prevalencia y difusión de las teorías de la conspiración es preocupante porque se ha demostrado que creer en las teorías de la conspiración tiene consecuencias perjudiciales para uno mismo, para los demás y para la sociedad en general ( Douglas, 2021a).). Comprender por qué las personas creen en las teorías de conspiración relacionadas con los brotes de enfermedades y las consecuencias de estas creencias representa, por lo tanto, un tema fundamental para combatir la actual pandemia de COVID-19 y la «infodemia» concomitante, así como para estar preparados para futuras pandemias. Ocho de los nueve artículos empíricos presentados en este número especial buscan abordar este tema oportuno desde diferentes ángulos, según las respuestas de los participantes de una variedad de países en el este de Asia, Europa, América del Sur y América del Norte. El noveno artículo se centra en las teorías de conspiración sobre el virus Zika, que es igualmente relevante para la discusión.

Para proporcionar un telón de fondo para los artículos presentados en la edición especial, primero brindaremos una breve descripción general de las teorías de conspiración relacionadas con COVID-19, seguido de una revisión de los marcos teóricos existentes para comprender las creencias de conspiración. Luego, resumiremos los estudios en este número especial y destacaremos sus contribuciones a la literatura.

Teorías de conspiración relacionadas con COVID-19

Las teorías de la conspiración son “intentos de explicar las causas últimas de eventos y circunstancias sociales y políticos significativos con afirmaciones de tramas secretas por parte de dos o más actores poderosos” ( Douglas et al., 2019 , p. 4). Cabe señalar que “actores poderosos” no necesariamente se refiere a personas que tienen un poder sociopolítico real (por ejemplo, un alto estatus social), ya que el “poder” de los conspiradores es percibido y atribuido por los creyentes de teorías de conspiración específicas ( Nera et al. , 2021 ). Aunque los presuntos actores dentro de una teoría de la conspiración pueden ser objetivamente impotentes (p. ej., una minoría étnica) o poderosos (p. ej., el gobierno de un país), deben tener una intención maliciosa detrás de sus acciones ( van Prooijen & van Vugt, 2018). Una teoría de la conspiración es, por lo tanto, claramente diferente de un rumor (que es una historia de validez desconocida, incluso dudosa) y de una noticia falsa (que es falsa por definición), así como de una conspiración auténtica (que es una cadena causal real de acontecimientos, por ejemplo, el escándalo de Watergate). Dado que las teorías de conspiración están en constante evolución, no pretendemos presentar una lista exhaustiva de teorías de conspiración relacionadas con COVID-19. Nuestro objetivo aquí es proporcionar una breve descripción de los principales tipos de teorías de conspiración de COVID-19 (para una revisión, consulte van Mulukom et al., 2020 ).

Las teorías de conspiración relacionadas con COVID-19 han surgido desde el comienzo del brote del virus ( Evanega et al., 2021 ; Shahsavari et al., 2020 ; van Bavel et al., 2020 ). Evanega et al. (2021) observan un aumento en la cobertura de noticias sobre información errónea, incluidas las teorías de conspiración, en los medios de comunicación en inglés desde mediados de enero de 2020. En un análisis de las narrativas de las teorías de conspiración en los sitios de redes sociales (4chan y Reddit) y en noticias relacionadas informes, Shahsavari et al. (2020)observe varias teorías de conspiración predominantes relacionadas con COVID-19: (1) la red 5G es la causa del virus; (2) Bill Gates está detrás de un plan que pretende limitar el crecimiento de la población a través de la vacunación; (3) el Partido Comunista Chino ha encubierto las prácticas culinarias de comer murciélagos como la causa del brote de la enfermedad; (4) COVID-19 es un arma biológica creada en un laboratorio chino (o en un laboratorio militar no especificado) y se filtró accidentalmente o se liberó deliberadamente; y (5) COVID-19 es un engaño creado por una camarilla global y no es más peligroso que la gripe. Del mismo modo, Chan et al.El análisis complementario de participación en las redes sociales de (2021) también identifica teorías de conspiración relacionadas con armas biológicas, fugas de laboratorio, un encubrimiento chino, un virus creado por humanos y COVID-19 como un engaño. Algunas teorías de conspiración también alegan que la COVID-19 fue planeada por el “estado profundo” para derribar la presidencia de Donald Trump (ver Shahsavari et al., 2020 ). Al igual que en brotes de enfermedades anteriores (p. ej., Zika y ébola), las teorías de conspiración también se han centrado en el papel de las empresas farmacéuticas en la exageración de la gravedad de la COVID-19 para obtener beneficios económicos y políticos ( Evanega et al., 2021 ). Es importante destacar que Shahsavari et al. (2020)también tenga en cuenta que las narrativas de estas teorías de conspiración están evolucionando y eventualmente pueden convertirse en una sola teoría de conspiración general. Por ejemplo, las teorías de conspiración relacionadas con estados profundos pueden ser parte de una teoría de conspiración más amplia, como la de QAnon.

Una breve descripción de los marcos teóricos existentes

Los investigadores han identificado numerosas razones que explican por qué las personas se adhieren o creen en las teorías de la conspiración (para revisiones, consulte Douglas et al., 2017 , 2019 ; van Prooijen, 2019 ). Reuniendo esta investigación en un marco general, Douglas et al. (2017) postulan que las personas recurren a las teorías de la conspiración cuando las necesidades (1) epistémicas, (2) existenciales y (3) sociales no se satisfacen o se frustran.

La necesidad epistémica se refiere a la motivación de las personas para mantener la certeza, la coherencia y la precisión sobre su comprensión del mundo ( Heider, 1958 ; Kruglanski, 1989 ). Este motivo impulsa a los individuos a buscar explicaciones causales para eventos que involucran incertidumbre y aleatoriedad. Las teorías de la conspiración a menudo afirman identificar patrones ocultos y los culpables detrás de los eventos y, por lo tanto, atraen a las personas que se sienten incómodas con la incertidumbre y la aleatoriedad. Por ejemplo, los estudios han encontrado que las personas con una gran necesidad de cierre cognitivo informan creencias de conspiración más fuertes cuando falta el relato oficial de un incidente (p. ej., Marchlewska et al., 2018). Otros estudios han revelado que las creencias conspirativas están relacionadas con una mayor tendencia a percibir patrones y agencia que no existen (p. ej., Douglas et al., 2016 ; van Prooijen et al., 2018 ; Whitson & Galinsky, 2008 ).

La necesidad existencial se refiere al deseo de las personas de sentirse seguras y capaces de ejercer control sobre su entorno. Cuando estas necesidades se reducen y una restauración directa no es plausible, las personas pueden involucrarse en mecanismos compensatorios para restaurar una sensación de seguridad y control (p. ej., Landau et al., 2015 ). Las teorías de la conspiración son atractivas para las personas que experimentan fuertes necesidades existenciales por dos posibles razones. En primer lugar, permiten que las personas externalicen la culpa a algún “otro” grupo o grupos maliciosos, atribuyendo así su miserable situación a causas externas (ver Kofta et al., 2020).). Segundo, estas teorías pueden servir como una señal de advertencia para las personas que sienten que están viviendo en un mundo peligroso e indigno de confianza; el mundo parece ser más seguro si se detectan todos los enemigos potenciales ( Bost & Prunier, 2013 ). Los estudios de investigación han revelado que los sentimientos de ansiedad, impotencia y falta de control sociopolítico están relacionados con creencias conspirativas más fuertes (p. ej., Bruder et al., 2013 ; Grzesiak-Feldman, 2013 ; Kofta et al., 2020 ). Sin embargo, cabe señalar que la evidencia empírica sobre la relación entre la falta de control y las creencias conspirativas no es concluyente (para un metanálisis, consulte Stojanov & Halberstadt, 2020 ).

La necesidad social se refiere a la motivación de las personas para mantener una imagen social positiva de sí mismas y del grupo al que pertenecen. Los estudios de investigación han encontrado que las personas que tienen una gran necesidad de consideración positiva (por ejemplo, una necesidad de singularidad: Lantian et al., 2018 ; narcisismo colectivo: Cichocka, Marchlewska y Golec de Zavala, 2016a; Cichocka, Marchlewska, Golec de Zavala , & Olechowski, 2016b) son más propensos a creer en las teorías de la conspiración. Algunas teorías de la conspiración están inherentemente relacionadas con la tensión entre diferentes grupos; estas teorías, por tanto, están alineadas con la motivación de mantener una imagen positiva del endogrupo y de denigrar la del exogrupo, especialmente cuando existen amenazas de imagen endogrupal ( Cichocka, Marchlewska, & Golec de Zavala, 2016a; Cichocka, Marchlewska, Golec de Zavala, & Olechowski, 2016b ) o grupos externos antagónicos destacados (eg, Golec de Zavala & Federico, 2018 ).

Siguiendo este marco, van Prooijen (2019) propone un modelo de amenaza existencial de las teorías de la conspiración, que integra las tres necesidades. Este modelo postula que las amenazas existenciales pueden desencadenar procesos de creación de sentido, lo que hace que las personas sean más susceptibles a las teorías de conspiración. La relación entre la creación de sentido y las creencias conspirativas también puede ser modulada por la existencia o prominencia de grupos antagónicos externos. Además, las creencias conspirativas pueden reforzar la sensación de amenazas existenciales. Este modelo, por lo tanto, sugiere que las creencias conspirativas pueden ser una fuente de amenazas existenciales, pero no un recurso para hacer frente a tales amenazas. De hecho, como Douglas et al. (2017)Tenga en cuenta que las creencias de conspiración no parecen satisfacer ninguna de las tres necesidades descritas anteriormente. En cambio, algunos estudios han encontrado que la exposición a teorías de conspiración frustra aún más estas necesidades (para una revisión, consulte Douglas et al., 2017 ).

Estos desarrollos teóricos y empíricos contribuyen a nuestra comprensión de por qué las teorías de la conspiración han proliferado durante la pandemia de COVID-19 (para una discusión, consulte Douglas, 2021b ). Las preguntas sobre el origen y la propagación del virus están llenas de incertidumbre y plantean amenazas tanto existenciales como realistas para las personas. Hasta cierto punto, estas preguntas también amenazan la imagen nacional (por ejemplo, a través de la comparación del éxito versus el fracaso de diferentes países en la contención/superación del virus). Las teorías de conspiración de COVID-19 son, por lo tanto, atractivas para muchas personas. Investigaciones anteriores también han demostrado que las teorías de la conspiración se vuelven virales en tiempos de crisis social (por ejemplo, el brote de Zika: Wood, 2018 ; para una revisión, consulte van Prooijen & Douglas, 2017). Es importante destacar que las creencias conspirativas podrían tener consecuencias significativas para la prevención, el tratamiento y las secuelas de los brotes de enfermedades (para consultar las revisiones, consulte Douglas, 2021b ; van Mulukom et al., 2020 ). Por ejemplo, los estudios han demostrado que creer que el COVID-19 es un engaño reduce el cumplimiento de las medidas de prevención de enfermedades (p. ej., Chan et al., 2021 ; Imhoff & Lamberty, 2020 ). Asimismo, investigaciones previas también han demostrado el efecto nocivo de las creencias conspirativas en las actitudes y planes de las personas con respecto a la vacunación (eg, Hornsey et al., 2018 ; Jolley & Douglas, 2014). En este contexto, solicitamos esta edición especial para ayudarnos a comprender mejor por qué las personas creen o no creen en las teorías de conspiración relacionadas con enfermedades, y cómo dichas creencias se relacionan con la respuesta de las personas a los brotes de enfermedades (incluida la pandemia de COVID-19).

Descripción general de los artículos en la edición especial

Hay nueve artículos presentados en este número especial. Juntos, contribuyen a nuestra comprensión de por qué las personas creen o rechazan las teorías de conspiración sobre enfermedades infecciosas, así como también cómo las creencias de conspiración se relacionan con los comportamientos de prevención de la enfermedad COVID-19 y las intenciones de vacunación. Los artículos presentan participantes de muestra de una amplia gama de países, incluidos Chile, China, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Corea del Sur, el Reino Unido y los Estados Unidos. Esta colección de artículos ilustra que las teorías de conspiración relacionadas con enfermedades son relevantes a nivel mundial, tanto en las culturas orientales como occidentales. Ahora destacamos brevemente cada artículo antes de hacer un balance y mirar hacia el futuro de la investigación sobre teorías de conspiración y enfermedades infecciosas.

El papel del narcisismo personal y el narcisismo colectivo nacional

Tres artículos de este número especial amplían nuestro conocimiento de los motivos sociales que subyacen a las creencias conspirativas. En dos muestras alemanas, Siem et al. (2021) replican hallazgos anteriores de que las personas con mayor narcisismo personal tienen más probabilidades de creer en teorías de conspiración. De acuerdo con Cichocka, Marchlewska y Golec de Zavala (2016a) y Cichocka, Marchlewska, Golec de Zavala y Olechowski (2016b), encontraron que el narcisismo personal y la autoestima eran supresores mutuos: el verdadero efecto del narcisismo y la autoestima sobre las creencias de conspiración de COVID-19 solo se reveló cuando se eliminó parcialmente la variación compartida entre los dos constructos. Ampliando el trabajo de Cichocka, Marchlewska y Golec de Zavala (2016a) y Cichocka, Marchlewska, Golec de Zavala y Olechowski ( 2016b, Estudio 3), Siem et al. reveló que el narcisismo personal estaba relacionado con un mayor respaldo a las teorías de la conspiración, pero no relacionado con el rechazo de los teóricos de la conspiración. Por lo tanto, estos hallazgos indican que las creencias conspirativas y el apoyo o el rechazo de los teóricos de la conspiración podrían ser cualitativamente diferentes y tener distintos antecedentes.

Wang et al. (2021) y Bertin y Delouvee (2021) brindan información sobre por qué el narcisismo colectivo nacional se relaciona con creencias conspirativas más fuertes. El narcisismo colectivo nacional es la creencia de que la nación de uno es superior y merece un trato especial, pero su excepcionalidad no es suficientemente reconocida por los demás ( Golec de Zavala et al., 2009).). Wang et al. postuló que la atribución de responsabilidad por el brote de COVID-19 estaría relacionada con las creencias de conspiración de aceptación de riesgos de las personas (es decir, COVID-19 es una amenaza real y fue causada intencionalmente por algunas personas, organizaciones y países) y la conspiración de rechazo de riesgos creencias (es decir, algunas personas y organizaciones exageran intencionalmente la gravedad de COVID-19; para obtener más información sobre la distinción entre los dos tipos de creencias de conspiración, consulte Chan et al., 2021). Además, postularon que la atribución diferencial de responsabilidad mediaría el vínculo entre el narcisismo colectivo nacional y las creencias conspirativas. Con una muestra de participantes de China continental, encontraron que el narcisismo colectivo nacional, como un tipo inseguro de positividad dentro del grupo, estaba relacionado con una mayor tendencia a atribuir la responsabilidad de la pandemia al grupo externo (Estados Unidos) y, en a su vez, relacionado con una creencia más fuerte en las teorías de conspiración de aceptación de riesgos. En contraste, la identificación nacional, como un tipo seguro de positividad del grupo interno, se relacionó con una menor tendencia a atribuir la responsabilidad de la pandemia al grupo interno (China) y, a su vez, se relacionó con una creencia más débil en la conspiración de riesgo-rechazo. teorías

Bertín y Delouvee (2021)examinó el papel del victimismo exclusivo para explicar el vínculo entre el narcisismo colectivo nacional y las creencias conspirativas relacionadas con el virus del Zika. Teorizaron que el narcisismo colectivo nacional se relacionaría con una percepción inflada del sufrimiento del grupo interno nacional en una crisis (es decir, victimismo exclusivo), y por lo tanto haría que las personas respaldaran teorías de conspiración que atribuyen externamente la culpa de la enfermedad a los grupos externos amenazantes. . Probaron esta propuesta con una muestra representativa de participantes franceses. Descubrieron que el narcisismo colectivo nacional estaba relacionado con una fuerte creencia en el sufrimiento exclusivo de los franceses (únicamente y más que otros) por el brote de Zika, que a su vez estaba relacionado con una creencia más fuerte en las teorías de conspiración relacionadas con el virus Zika. Estos hallazgos sugieren que las creencias conspirativas pueden desempeñar un papel defensivo para que algunas personas justifiquen o expliquen el sufrimiento de su país durante una crisis social a gran escala. Sus resultados también indican que el vínculo entre el narcisismo colectivo nacional y las creencias conspirativas relacionadas con enfermedades no se limita a la pandemia de COVID-19.

El papel de las actitudes hacia los sistemas sociales

Dos artículos amplían nuestro conocimiento sobre cómo la percepción de las personas sobre el sistema social se relaciona con las creencias conspirativas. Mao et al. (2021)examinó el efecto de la amenaza del sistema social en las creencias de conspiración. Proponen que las creencias de conspiración son una consecuencia de la justificación del sistema, en la que las personas justifican el sistema social externalizando la culpa a un grupo externo antagónico. En respuesta a la pandemia de COVID-19, las teorías de conspiración sobre los grupos externos representan una forma posible para que las personas defiendan el sistema social. En dos estudios experimentales, Mao et al. encontró que los participantes de China continental que leyeron un artículo sobre amenazas al sistema informaron creencias más fuertes en teorías de conspiración de grupos externos y creencias que justifican el sistema que aquellos que leyeron un artículo de control. Es importante destacar que encontraron que las creencias de conspiración mediaron la relación entre la amenaza del sistema inducida experimentalmente y la creencia que justifica el sistema.

Luna y Travaglino (2021)examinó el papel del disgusto hacia el sistema político en las tendencias conspirativas y las tendencias prosociales en cuatro países (Italia, Reino Unido, Estados Unidos y Corea del Sur). Propusieron que sentir disgusto hacia el sistema político se relacionaría con la percepción de la gente de violación moral en el sistema, haciendo que la gente sospechara que el gobierno no les estaba contando toda la historia sobre COVID-19 (es decir, tendencias conspirativas). Además, postularon que las tendencias conspirativas se relacionarían con una menor intención de ayudar a otros durante la pandemia. Encontraron evidencia de apoyo para estas proposiciones. En los cuatro países, el disgusto hacia el sistema político se relacionó con mayores tendencias conspirativas que, a su vez, se vincularon con menores tendencias prosociales. Sus hallazgos amplían estudios previos al resaltar el papel del afecto (disgusto) hacia el sistema social en las creencias de conspiración. Además, su estudio evidencia el efecto nocivo del pensamiento conspirativo para abordar las crisis sociales.

El papel de un estilo de pensamiento racional

Swami y Barron (2021) amplían nuestro conocimiento de las teorías de la conspiración al considerar el impacto del rechazo activo de las personas a las teorías y teóricos de la conspiración. Diseñaron una medida novedosa para capturar el rechazo activo de las personas a las teorías y teóricos de la conspiración, y la probaron con una muestra representativa de participantes del Reino Unido. Descubrieron que las personas con un estilo de pensamiento más racional tenían más probabilidades de rechazar las teorías y los teóricos de la conspiración de COVID-19, y este rechazo se relacionó aún más con un mayor cumplimiento de las políticas obligatorias de COVID-19. Es importante destacar que sus hallazgos sugieren que el rechazo activo de las teorías y los teóricos de la conspiración puede ser una alternativa útil para conceptualizar y examinar el impacto de las teorías de la conspiración.

Impacto en el cumplimiento de las políticas de prevención de enfermedades

Peitz et al. (2021)examinó los vínculos entre las creencias de conspiración y las actitudes hacia las políticas obligatorias de COVID-19 con el cumplimiento autoinformado con respecto al distanciamiento social y las medidas de protección de la salud. En particular, postularon que las creencias de conspiración de COVID-19 se relacionarían con la respuesta de las personas a las políticas obligatorias de COVID-19 a través de vías emocionales diferenciales. Se centraron en tres emociones: ira, ansiedad y esperanza. Con una gran muestra de participantes del Reino Unido, encontraron que las creencias de conspiración de COVID-19 estaban relacionadas con niveles más altos de ira y ansiedad, pero con niveles más bajos de esperanza. Es importante destacar que encontraron que la ira estaba relacionada con una menor percepción de la importancia de respetar las restricciones gubernamentales, mientras que la ansiedad estaba relacionada con una mayor percepción de la importancia de seguir dichas restricciones. Esta importancia percibida se tradujo en el autocumplimiento de las restricciones por parte de las personas. Los hallazgos de Peitz et al. muestran que las creencias conspirativas pueden conducir a niveles más altos y más bajos de apoyo a las políticas y recomendaciones de COVID-19 (y, a su vez, a su cumplimiento) a través de diferentes emociones negativas.

Impacto en la vacilación de vacunas

Dos artículos en este número especial brindan información sobre cómo las creencias de conspiración de COVID-19 se relacionan con la vacilación de vacunas. Basándose en la teoría de la acción razonada ( Ajzen & Fishbein, 1980 ), Baeza-Rivera et al. (2021)propuso que las intenciones de la vacuna estarían determinadas por las creencias sobre la efectividad de la vacuna, la creencia en las teorías de conspiración de COVID-19 y las normas cautelares con respecto a la vacunación. Probaron esta proposición con una muestra de participantes chilenos y encontraron que solo las creencias sobre la efectividad de la vacuna y las normas cautelares estaban relacionadas con intenciones de vacunación más fuertes. La creencia en las teorías de conspiración de COVID-19 no estaba relacionada con estas intenciones. En un análisis exploratorio, Baeza-Rivera et al. observó que tales creencias de conspiración estaban relacionadas con creencias más débiles sobre la efectividad de la vacuna, lo que a su vez se relacionaba con intenciones de vacunación más débiles. Sus hallazgos sugieren que la creencia en las teorías de conspiración de COVID-19 puede no tener un impacto directo en la vacilación de la vacuna. Sin embargo, tal creencia puede reducir la efectividad percibida de las vacunas por parte de las personas,

Del mismo modo, Pivetti et al. (2021)encontró que la creencia en las teorías de conspiración de COVID-19 estaba relacionada con las actitudes hacia las vacunas de COVID-19 solo a través de las actitudes generales hacia las vacunas. Más específicamente, propusieron y probaron un modelo integral que consideró tanto los antecedentes como las consecuencias de las creencias de conspiración de COVID-19. Su modelo consideró la pureza moral, la orientación política, la fe en la ciencia y las creencias generales de conspiración como antecedentes de las creencias de conspiración de COVID-19. Encontraron evidencia de apoyo con una muestra de participantes finlandeses. Es importante destacar que también encontraron que las creencias de conspiración de COVID-19 estaban relacionadas con menos apoyo a las restricciones gubernamentales, menos confianza en la información publicada por el gobierno sobre COVID-19 (contaminación informativa), y actitudes menos favorables hacia la vacunación en general (lo que además se relacionó con actitudes menos favorables hacia las vacunas COVID-19 específicamente). Por lo tanto, sus hallazgos corroboran los efectos nocivos de las creencias de conspiración de COVID-19 para contener y prevenir la propagación del virus.

Conclusión y mirando hacia adelante

Tomado en su conjunto, este número especial contribuye a nuestra comprensión de por qué las personas creen o rechazan las teorías de conspiración relacionadas con enfermedades. Específicamente, el narcisismo colectivo nacional y la amenaza del sistema se relacionaron positivamente con las teorías de conspiración que culpaban al (los) grupo (s) externo (s) y mantenían el estado positivo del grupo interno. Estos hallazgos respaldan la idea de que la necesidad social de mantener una imagen positiva del grupo nacional propio, que subyace a otras creencias conspirativas (p. ej., Cichocka, Marchlewska y Golec de Zavala, 2016a; Cichocka, Marchlewska, Golec de Zavala y Olechowski, 2016b ), también subyace en el respaldo de las teorías de la conspiración sobre las enfermedades infecciosas. Esto también puede estar relacionado con la amenaza existencial que enfrenta el grupo nacional durante una pandemia; excluir a un grupo externo nacional puede ser una forma de defenderse contra la amenaza patógena de ese grupo externo. Como tal, es posible que las teorías de conspiración relacionadas con enfermedades puedan obstaculizar las relaciones internacionales e intranacionales, y los estudios futuros podrían examinar esta posibilidad. Además, es posible que unas relaciones internacionales más armoniosas ayuden a prevenir el inicio y la difusión de teorías de conspiración que acusan a grupos externos de malas acciones maliciosas. Abordar estas preguntas podría ayudar en el esfuerzo global para combatir la pandemia actual, así como ayudarnos a prepararnos para futuras. En otras palabras, abordar por qué las personas crean y difunden teorías de conspiración sobre otras personas, etnias/nacionalidades y países puede ayudar a mantener a todos a salvo de sus resultados negativos. es posible que las teorías de conspiración relacionadas con enfermedades puedan obstaculizar las relaciones internacionales e intranacionales, y los estudios futuros podrían examinar esta posibilidad. Además, es posible que unas relaciones internacionales más armoniosas ayuden a prevenir el inicio y la difusión de teorías de conspiración que acusan a grupos externos de malas acciones maliciosas. Abordar estas preguntas podría ayudar en el esfuerzo global para combatir la pandemia actual, así como ayudarnos a prepararnos para futuras. En otras palabras, abordar por qué las personas crean y difunden teorías de conspiración sobre otras personas, etnias/nacionalidades y países puede ayudar a mantener a todos a salvo de sus resultados negativos. es posible que las teorías de conspiración relacionadas con enfermedades puedan obstaculizar las relaciones internacionales e intranacionales, y los estudios futuros podrían examinar esta posibilidad. Además, es posible que unas relaciones internacionales más armoniosas ayuden a prevenir el inicio y la difusión de teorías de conspiración que acusan a grupos externos de malas acciones maliciosas. Abordar estas preguntas podría ayudar en el esfuerzo global para combatir la pandemia actual, así como ayudarnos a prepararnos para futuras. En otras palabras, abordar por qué las personas crean y difunden teorías de conspiración sobre otras personas, etnias/nacionalidades y países puede ayudar a mantener a todos a salvo de sus resultados negativos. es posible que unas relaciones internacionales más armoniosas puedan ayudar a prevenir el inicio y la difusión de teorías de conspiración que acusan a grupos externos de malas acciones maliciosas. Abordar estas preguntas podría ayudar en el esfuerzo global para combatir la pandemia actual, así como ayudarnos a prepararnos para futuras. En otras palabras, abordar por qué las personas crean y difunden teorías de conspiración sobre otras personas, etnias/nacionalidades y países puede ayudar a mantener a todos a salvo de sus resultados negativos. es posible que unas relaciones internacionales más armoniosas puedan ayudar a prevenir el inicio y la difusión de teorías de conspiración que acusan a grupos externos de malas acciones maliciosas. Abordar estas preguntas podría ayudar en el esfuerzo global para combatir la pandemia actual, así como ayudarnos a prepararnos para futuras. En otras palabras, abordar por qué las personas crean y difunden teorías de conspiración sobre otras personas, etnias/nacionalidades y países puede ayudar a mantener a todos a salvo de sus resultados negativos.

La investigación de este número especial también sugiere que las percepciones del grupo interno son cruciales para comprender por qué se originan y difunden las teorías de la conspiración. Específicamente, el disgusto hacia el sistema político del propio país parece aumentar la desconfianza epistémica hacia el gobierno y la tendencia a creer en teorías conspirativas. Por lo tanto, los estudios futuros pueden examinar la interacción entre la creencia en las teorías de la conspiración y las actitudes de las personas hacia los grupos internos. Por ejemplo, la investigación podría examinar el vínculo entre las creencias conspirativas y el descontento social ( Gootjes et al., 2021).), así como la confianza política (el grado de creencia de que el sistema político propio es justo y libre de corrupción). Además, la investigación podría examinar cómo el discurso político dentro de un país puede influir en la aprobación de diferentes tipos de narrativas de conspiración. De hecho, el estudio científico de las teorías de la conspiración tiene un lugar único en la psicología política.

Este número especial también ha contribuido a nuestra comprensión de los impactos potenciales de las teorías de la conspiración en los comportamientos que previenen la propagación de enfermedades infecciosas. Específicamente, los hallazgos informados aquí muestran que la creencia en teorías de conspiración relacionadas con enfermedades se asocia con menos apoyo y cumplimiento de las políticas de prevención de enfermedades, así como creencias más débiles sobre la efectividad de las vacunas y, por lo tanto, intenciones de vacunación más débiles. A la luz de toda la investigación, las teorías de la conspiración parecen socavar los esfuerzos para contener la pandemia. Por lo tanto, es imperativo encontrar formas de reducir la confianza de las personas en las teorías de la conspiración. Con este fin, la investigación en este número ha demostrado que un estilo de pensamiento racional se asoció con el rechazo de las teorías de conspiración de COVID-19, que se relacionó además con un mayor cumplimiento de las políticas COVID-19 obligatorias. Esto sugiere que ayudar a las personas a emplear el pensamiento racional para satisfacer su necesidad epistémica de certeza, consistencia y precisión sobre su comprensión del mundo podría ser útil para mejorar la resistencia a las teorías de la conspiración. La investigación futura podría probar los efectos causales del pensamiento racional en el rechazo de la teoría de la conspiración y los programas de intervención relacionados para aliviar las teorías de la conspiración.

En general, la investigación reportada en este número especial destaca la importancia de prestar atención a las teorías de conspiración durante los brotes de enfermedades. Estos artículos destacados ayudan a responder preguntas importantes sobre los predictores de creencias de conspiración sobre enfermedades y las consecuencias de estas teorías de conspiración, especialmente para las medidas de mitigación de enfermedades. La investigación psicológica puede ofrecer mucho para profundizar nuestra comprensión de cómo las personas piensan, sienten y se comportan durante los brotes de enfermedades en general y la pandemia de COVID-19 en particular ( van Bavel et al., 2020 ). Considerar el papel de las teorías de la conspiración es una parte importante de esta comprensión y un paso vital para ayudar al mundo entero a estar mejor preparado para la próxima pandemia potencial.

Una comprensión psicológica de las teorías de la conspiración puede beneficiar a personas y países de todo el mundo. Después de todo, dar sentido frente a la incertidumbre y el cambio es una respuesta humana natural que trasciende la cultura. Nuestras tendencias reactivas a temer, culpar, restar importancia, exagerar, rebelarse y contar historias son relevantes para mucho más que enfermedades infecciosas. Mientras nos preparamos para enfrentar el cambio climático, poner fin a nuestra dependencia de los combustibles fósiles y enfrentar numerosos desastres ambientales, así como movimientos extremistas en todo el mundo, comprender cómo las personas eligen en quién creer y si cooperar será crucial para los próximos pasos de la humanidad.

Expresiones de gratitud

Los dos primeros autores hicieron contribuciones iguales a este artículo. Agradecemos a Jennifer Florence-Ward por sus comentarios sobre un borrador anterior.

Declaración de conflicto de intereses
Los autores declararon no tener potenciales conflictos de interés con respecto a la investigación, autoría y/o publicación de este artículo.

Financiamiento
Este artículo fue parcialmente financiado por una beca postdoctoral otorgada a H.-W. Chan por el Comité de Investigación de la Universidad China de Hong Kong, y el Fondo de Investigación General (número de subvención 14621920) del Consejo de Subvenciones de Investigación de la Región Administrativa Especial del Gobierno de Hong Kong, otorgado a Y. Hong.

ID de ORCID
Ying-yi Hong https://orcid.org/0000-0003-3172-9243

Hoi-Wing Chan https://orcid.org/0000-0002-6884-394X

Karen M. Douglas https://orcid.org/0000-0002-0381-6924

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luna chankiDepartamento de Psicología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Leeds Beckett

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Giovanni A. TravaglinoPublicado por primera vez el 23 de noviembre de 2021 Artículo de investigación

https://doi.org/10.1177/18344909211056855

22
Mar
22

1991. Revista de Estudios Internacionales

  1. Inicio
  2.  Archivos
  3.  Vol. 3 Núm. 2 (2021): Temática libre

Publicado: 21-03-2022

Número completo

1991. Vol. 3 Nro 2

ESTUDIOS

Implicancias a escala global del modo de reproducción capitalista a partir de procesos de renovación urbana

Ailen Suyai Pereyra

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La FIFA como fenomeno trasnacional: Una mirada desde Latinoamérica

Adrián Serafín Tuninetti

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Matteo Salvini’s LEGA back in government: towards a reconfiguration of the italian centre right?

Mariana Polizzi

Construcción de softpower chino: el efecto empuje de la imagen país gracias a la pandemia Covid

María Julia Gianello Ferrandiz

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Estado y globalización en China: un análisis de las políticas públicas durante los años de Reforma y Apertura 1978-1998

Gonzalo Ghiggino

El fracaso de China y el auge de Occidente en la época moderna: un enfoque geopolítico

Esteban Vidal Pérez

PDF

Los refugiados y la cuestión de la otredad. Algunos lineamientos teóricos

Flavio Borghi

PDF

Estado de (in)seguridad e imperio: nueva cuestión social y los dilemas de la democracia

Yanina Inés Jotayan

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Palabras claveNeoliberalismoEstados UnidosAmérica LatinaItaliaEuropeizaciónGlobalizaciónCoVid-2maternidadAportes teóricosTEDHjuecesTPIYCITTierpymesNormas

1991. Revista de Estudios Internacionales

Area de Estudios Internacionales

Centro de Estudios Avanzados

Facultad de Ciencias Sociales

Universidad Nacional de Córdoba

ISSN: 2683-720X

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21
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Comentario al artículo: «El alumnado siempre tiene la razón»*. A propósito de la censura sufrida por la profesora Juana Gallego

Mis consideraciones se ajustan a reales situaciones, a riesgo de padecer reiteradas restricciones a las mismas.

a) {Asistimos estupefactas de nuevo, estos días a la denuncia pública de la aplicación de la cultura de la cancelación a la prestigiosa profesora y escritora feminista Juana Gallego, por parte de su alumnado, en sus clases del máster de Género y Comunicación, que ella misma impulsó, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Tan inconcebible como el acoso y persecución, también institucional, sufrido recientemente por otra compañera feminista, en su actividad profesional, la psicóloga Carola López Moya.}Pues, la regresión permanente de la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal sería la representación de aquellas imágenes sensibles que descompone el “material “de las que nació con anterioridad. Las diversas “modalidades” de adaptación del transexual ecuménico perverso patriarcado en el transcurso de la historia; animismo, religión y científica serían modificaciones que las hacen más o menos transitables o intransitables para el curso de su irresoluble perversión y ambigüedad sexual, que caracteriza las fases edípicas del varón en su repudio a la mujer.

b) {El impulso definitivo, como sabemos, fue a través de la teórica Judith Butler, en los años 90, cuando las investigaciones de género desde el contexto universitario estadounidense, se centraron en la performatividad y el análisis del binarismo sexual, encaminado a “ampliar” y disolver el sujeto político feminista, como en su momento hiciera igualmente, la socialdemocracia neoliberal con el sujeto político de clase, desactivando así la lucha social que implicaba.}Pues, “disimula” el irresoluble ambiguo sexual varón su temor a ser castrado con las argumentaciones, dogmas y “explicaciones” filosóficas que conforman el sendero libre para el ejercicio regresivo que le permite ocupar el nivel significativo de ser la Ley. Esta regresión es una de las más importantes peculiaridades psicológicas del “proceso” de la transexual ecuménica perversa “civilización” patriarcal, que corresponde dentro de su aparato psíquico, desde cualquier acto complejo de representaciones culturales a través de milenios al material bruto de las huellas mnémicas, que reaviva constantemente las imágenes de percepción en las que se halla basado su repudio y desprecio a la mujer.

c) {Mucha indignación ha suscitado estos días la decisión hecha pública, de la Universidad de Valencia con la reciente “recomendación” y/o expulsión indirecta del alumnado ruso de programas de intercambio, a mitad de curso, equipos plegados claramente a someter en cualquier momento, los intereses de las universidades a los dictados internacionales belicistas.}

Pues, la “elaboración” de la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal llevada a cabo en milenios, es una transmutación de todos los valores psíquicos edípicos despojándolos de su intensidad transfiriendo sus representaciones a otras innumerables, como en el Siglo XXI “OMICRONADO” y “UCRANIA”.

d) {Esperemos que ese alumnado que hoy ejerce como brazo ejecutor de la cultura de la cancelación contra  profesoras feministas, que defienden a las estudiantes dotándolas de herramientas políticas y colectivas, para evitar esa “indefensión aprendida inducida” frente a la violencia del sistema, no sean mañana víctimas en carne propia, de la misma táctica de cuestionamiento, culpabilización, acoso y cancelación, cuando se vean forzadas a denunciar situaciones reales de abuso sufrido hacia ellas, tanto dentro como fuera de la institución.}Pues, considerar la “cambiante” conducta y carácter transexual ecuménico perverso patriarcal, constituiría un reconocimiento en dirección progresiva a sucesivas alucinaciones; esto es, son “ideas” transformadas en imágenes que corresponden, efectivamente, a regresiones: ideas “originales” en imagen de la mujer, repudiada y despreciada en su reconocimiento genocida, abuso sexual, pedofilia, femicidio. Deseo del transexual ecuménico perverso varón que se potenciaría en cada percepción de la mujer. El acto de pensar del transexual ecuménico perverso varón, no sería otra cosa que la sustitución del deseo alucinatorio de su fálica superioridad. Resulta pues, perfectamente “lógico” ésta modificación del proceso psíquico “acostumbrado” en la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal, durante milenios, que hace posible la “vitalidad” en una dirección ideológica de la moral, ética y valores que impone la irresoluble perversión y ambigüedad sexual del varón.

El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual

“El feminismo es única y absolutamente la mujer”

Un travesti o un trans; no es una mujer

El discurso de la acción femeninológica, de mi ciencia de lo femenino (Femeninologia), expone al varón frente a aquello que ha silenciado en el pasado; el fundamento agresivo que encubre con su hipócrita moral y ética patriarcal, que se demuestran insostenibles en el presente.

Buenos Aires

Argentina

20 de marzo de 2022Osvaldo V. Buscaya (OBya)

Psicoanalítico (Freud)

Femeninologia

Ciencia de lo femenino 

*El alumnado siempre tiene la razón.

18/03/2022

AUTORA

Susana Rioseras

Docente de Artes plásticas y diseño

Imagen integrada

Asistimos estupefactas de nuevo, estos días a la denuncia publica de la aplicación de la cultura de la cancelación a la prestigiosa profesora y escritora feminista Juana Gallego, por parte de su alumnado, en sus clases del máster de Género y Comunicación, que ella misma impulsó, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Tan inconcebible como el acoso y persecución, también institucional, sufrido recientemente por otra compañera feminista, en su actividad profesional, la psicóloga Carola López Moya.

Volvemos a la Universidad, como institución de punto de partida, origen y caldo de cultivo actual de la base de esta cultura misógina de cancelación que estamos sufriendo las mujeres. Así fue, en el momento en que el estructuralismo posmoderno,  ya estaba dando sus últimos coletazos en las universidades francesas, cuando se retomó in extremis, en los campus de California, como útil herramienta neoliberal a reinterpretar retroalimentada por los estudios llamados poscoloniales y de género.

El impulso definitivo, como sabemos, fue a través de la teórica Judith Butler, en los años 90, cuando las investigaciones de género desde el contexto universitario estadounidense, se centraron en la performatividad y el análisis del binarismo sexual, encaminado a “ampliar” y disolver el sujeto político feminista, como en su momento hiciera igualmente, la socialdemocracia neoliberal con el sujeto político de clase, desactivando así la lucha social que implicaba.

Poco a poco, estas tendencias tanto conceptuales como metodológicas, se extenderían al resto del ámbito académico global, como buen imperialismo, también cultural, desde finales del pasado y comienzos del actual siglo.

Quince años han pasado de la instauración del llamado Plan Bolonia en nuestro país, 
en octubre del 2007, el Gobierno aprobó un real decreto para dotar a la Universidad del marco normativo sobre el que se asentara el Proceso de Bolonia, un acuerdo, basado en el sistema norteamericano e impulsado por las universidades europeas , en 1999, con el objetivo de modernizar el sistema de educación superior y lograr mayor autonomía a la hora de diseñar una oferta de titulaciones, homologable a la del resto de instituciones europeas para facilitar el intercambio de estudiantes.  

  Con la implementación de novedosas titulaciones de Grados, incluidas las Enseñanzas Artísticas Superiores, y las actualizaciones y reformas igualmente de las Enseñanzas Profesionales, para ciertas voces del mundo académico, comenzó un claro proceso de neoliberalización y progresiva privatización de las universidades públicas del Estado. No solo con el incremento salvaje en el aumento de tasas (curiosamente unido a un recorte de becas y ayudas), y la precarización absoluta del profesorado interino, adjunto y demás categorías, sino también con una “novedosa” metodología volcada en los conceptos y neologismos más mercantilistas e ideológicamente neoliberales.

En ese proceso del que hace esos 15 años ya, fue en el que a muchos y muchas docentes nos impartieron, en su día, cursos centrados en la implantación de las nuevas metodologías del Plan Bolonia. La terminología conceptual de esas “nuevas metodologías “en las Universidades y Escuelas Superiores, donde echan a andar las nuevas titulaciones, pasa a ser descaradamente empresarial, globalista y mercantilista, transversalmente en todos sus aspectos, desde esa terminología en la configuración de unidades didácticas, hasta la reestructuración orgánica de centros y departamental, esto unido a los procesos de selección y confección de listados de profesorado especifico, eternamente en interinidad, movilidad y precariedad, hasta la implantación de criterios metodológicos como la evaluación por competencias; llegando a niveles tan explícitos como escuchar  afirmaciones como “-A los alumnos, a partir de ahora hay que considerarlo ya no como estudiantes, sino como clientes”. Reitero que aunque parezca increíble, hablamos de la Universidad Publica o Centros Superiores de impartición de Grados.

El cambio de paradigma que supuso esta progresiva transformación, se reflejó ya, no solo en cambios drásticos de metodologías, procesos  y de conceptos (por supuesto con ciertos aspectos positivos como el aprendizaje proyectual, cooperativo, etc.), sino también, cuestión más grave de fondo, en el propio concepto de la enseñanza y de la educación en nuestras sociedades “avanzadas”, hasta entonces entendida como un derecho, y no como una “oferta mercantil competitiva” entre otras tantas, especialmente para quien pueda costeársela tanto publica, como privada .

Todo este proceso afectó estructuralmente, a lo que hasta entonces se asimilaba  básicamente por Enseñanza Superior, basada en la investigación y los valores igualitarios, el fomento del conocimiento y pensamiento crítico y ético, y la libertad de cátedra en todos sus ámbitos. Universidades como espacios de enseñanza, investigación y de construcción de conocimiento dentro, siempre,  del marco de los paradigmas científicos fundamentales y de los Derechos Humanos, así como foro académico de debate  y discusión libre de ideas bajo principios democráticos y de respeto.

Sabíamos durante años de las criticas y denuncias puntuales de colectivos sociales de diferente índole, sobre todo ambientalistas y feministas,  a ciertas actividades y cursos extraordinarios planteados y promocionados desde la Universidad, (en diferentes facultades y Universidades de nuestro contexto), actividades presentadas en ocasiones como los “Global Bussines” del futuro, que abarcaban , por poner un ejemplo, desde el blanqueo tanto de prácticas mercantiles extractivas dañinas para el medio ambiente, como el Frakking y otras, como actividades de similar legitimación social de la explotación sexual y/o  explotación reproductiva, dirigida a mujeres y niñas.

Mucha indignación ha suscitado estos días la decisión hecha publica, de la Universidad de Valencia con la reciente “recomendación” y/o expulsión indirecta del alumnado ruso de programas de intercambio, a mitad de curso, equipos plegados claramente a someter en cualquier momento, los intereses de las universidades a los dictados internacionales belicistas.

También recientemente, estos días convulsos por muchas circunstancias,  comprobamos con esta última grave denuncia publica que afecta de nuevo, a destacadas y cercanas profesoras feministas  de gran prestigio profesional, que están siendo “canceladas”, por la institución indirectamente o por el propio  alumnado, hecho relativamente reciente en nuestras aulas, como ya se denunció reiteradamente que estaba ocurriendo en muchas otras universidades de prestigio y de diferentes contextos a nivel global, en el Congreso Internacional Dofemco (Docentes Feministas por la Coeducación) al que muchas profesionales, alumnado, familias e interesadas, asistimos el pasado noviembre de 2021.

La terminología conceptual de esas “nuevas metodologías “en las Universidades y Escuelas Superiores, donde echan a andar las nuevas titulaciones, pasa a ser descaradamente empresarial, globalista y mercantilista,

Esta “tendencia”, porque tristemente va más allá de hechos puntuales o contextuales, es sumamente grave a nivel social y supone el reflejo de la introducción, de lleno ya, de la ideología más ultra neoliberal, antifeminista  y misógina, en instituciones como la Universidad Pública. De la que por supuesto, se reconoce y aprecia mucho, máxime en estas circunstancias, la gran, constante y valiente labor de resistencia y avance que se realiza sin descanso, desde los diferentes departamentos y sobre todo desde las Unidades de Igualdad de nuestras Universidades publicas.

Aunque paralelamente, no nos extraña que se mantengan en el tiempo, como una constante, demasiados casos aún “abiertos” en nuestras universidades (publicas y privadas), de denuncias por abusos sexuales a alumnas, por parte tanto de profesorado como, en casos de estudiantado varón. Expedientes  frecuentemente gestionados con protocolos burocráticos eternos y, en muchas ocasiones, con imposiciones de sanciones simbólicas e irrisorias, con el conllevado cuestionamiento e incluso ensañamiento, de sus entornos  hacia las propias estudiantes denunciantes .

Uno de los ejemplos más reseñables supuso, hace más de dos años las denuncias por acoso sexual y abusos sexuales realizadas por un centenar de estudiantes de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, que saltaron a las redes y a escasos medios de comunicación, teniendo muy poca transcendencia. Hechos escandalosos, que inspiraron a Nuria Garrido junto a la cámara Lidia Pérez, para realizar y presentar, recientemente el pasado enero de 2022, su trabajo “Mujeres que no callan”. Un documental a través del que en palabras de su autora,  “abordan la violencia machista que muchas alumnas han sufrido por parte de profesores de universidades públicas españolas. Un tema invisibilizado y silenciado”. «Es una contradicción que una universidad pública, que se declara feminista y que ofrece másteres con perspectiva de género, tenga dos profesores que continúan recibiendo denuncias y sigan dando clases tranquilamente. Todo esto decepciona mucho, sobre todo cuando piensas en todas estas chicas a las cuales han destrozado su vida universitaria».-Nuria  Garrido.

Exactamente en el entorno cultural, social y político actual, donde  los hombres profesionales con denuncias y sentencias firmes por abusos a mujeres, nunca parecen merecer, que se les aplique la cultura de la cancelación cultural y social, especialmente si ocupan puestos de poder en sus ámbitos; curiosamente a las mujeres feministas que denuncian esa violencia con argumentos de peso, se les cuestiona, cuando no, se les sanciona directamente de una u otra manera. Y tristemente esto se está aplicando igualmente con el profesorado, pero al revés, porque parece que paradójicamente es entonces, cuando se trata de cancelar a docentes feministas, al alumnado como al cliente, desde la institución, siempre hay que darle la razón.

Ayer en la presentación publica en redes del libro “Lolita contra el lobo”,  de Laura Strego y de Nuria Coronado, esta última afirmaba :

“Cuando escuchéis que un 20% de menores en nuestro país, el 80% niñas, sufren abusos sexuales no creáis que es ficción. La tremenda realidad marca para siempre. Por eso este libro es tan importante. Va por ellas. Va por todas”.

 Esperemos que ese alumnado que hoy ejerce como brazo ejecutor de la cultura de la cancelación contra  profesoras feministas, que defienden a las estudiantes dotándolas de herramientas políticas y colectivas, para evitar esa “indefensión aprendida inducida” frente a la violencia del sistema, no sean mañana víctimas en carne propia, de la misma táctica de cuestionamiento, culpabilización, acoso y cancelación, cuando se vean forzadas a denunciar situaciones reales de abuso sufrido hacia ellas, tanto dentro como fuera de la institución.

Imagen integrada
20
Mar
22

         DESDE PERÚ: DEMOCRACIA DIRECTA UNO  

Raymundo V.(1)

POR TEÓGENES ALFONZO VALDERRAMA GONZÁLEZ

  

En DD Nueva Etapa, voy tratar sobre Democracia Directa, tal como lo he aprendido y cómo han influido mis padres, personajes, pueblos y obras en mí formación, ya que ellos son los verdaderos gestores de Democracia Directa y Participativa, es decir la Nueva Democracia que el campesinado peruano en su proceso de proletarización, lo va creando, resultado de ello es la elección del Presidente Pedro Castillo: que continuará con él u otro líder, porque Nueva Democracia es creación heroica del Perú Profundo, que los llamados líderes de izquierda no lo entienden, porque no participaron de este proceso histórico del campesinado, aliado principal de la clase obrera, los que partimos de la realidad, sí lo entendemos. Por eso en este 1er Nro. de DDNE, como homenaje a mi padre, que hoy cumpliría 115 años, pongo un extracto de mi novela PARIA: “En esta hermosa Puna transcurrió la mayor parte de su vida Raymundo Valderrama, que en persona, cantando los huaynos de su tierra recorría los paisajes, como dueño del Rancho Paria, son tantos los huaynos que entonaba con alma de indio, sus versos eran extraídos de la madre naturaleza; él es pomapatino como la mayoría de los Valderrama: Aniceto, Pedro, Ursolino, Amador, Silvestre, Alejandro, Fidencio etc. del que ya se han perdido la cuenta, su nombre es Raymundo, pero más le conocen como Pomapatino. Él es de espíritu alegre, de carácter sutil, fantaseadora, tiene desmedido amor por la democracia, la libertad, suerte siempre basado en su trabajo, de andar siempre a pie y a caballo, que todo lo dice con sus huaynos; esto es Raymundo Valderrama, pomapatino, huastino, bolognesino, ancashino y peruano; dueño del Rancho Paria; de andar casi siempre con las muchachas enredado, de cuyas aventuras sacaba los versos para sus canciones; muchachas a las que así como las tomaba las dejaba, cuando el amor peligraba en sus  relaciones con su esposa, Andrea. González. Raymundo nació el 15 de marzo de 1907, en pleno proceso de consolidación de la cultura occidental, que habíamos logrado erradicarlo con nuestra independencia en 1821. Su padre Aniceto Valderrama, un trotamundos, lo llevó a la Escuela Primaria de Pomapata, le dijo: “Esta es la escuela aquí se forman los hombres del mañana, los maestros y Dios te enseñaran los caminos de la vida, lo que no puedo hacerlo yo, porque a mí tampoco me enseñaron mis padres”; estudió solo hasta el Tercer Año de Educación Primaria; sin embargo resultó ser un tinterillo que sabía de jurisprudencia más que un abogado estudiado en la universidad; más pedagogo que un maestro normalista; más financista que un economista egresado de la mejor universidad; enamorado de Andrea la hizo su preferida, entró a pedir la mano, a los padres de ella, la familia González; el padre de Andrea Merardo González, lo rechazó por ser pobre, por eso no tuvo más alternativa, la robó cuando Andrea sólo tenía  quince años; además, el padre de Andrea dueño de la hacienda Huazga, no lo aceptaba por mujeriego y trotamundos. Con Andrea se fueron a vivir a Paría, se convirtieron en crianderos de vacas, caballos, ovejas,  patos, cuyes, conejos chanchos y gallinas; lograron amasar una fortuna, gracias al suelo de la naturaleza de Paria, fértil para la crianza de ganado vacuno, ovino y animales domésticos, que cada año se multiplicaban por decenas, proporcionando carne, leche y quesos maravillosos que eran vendidos en Chiquián, Barranca, llevados hasta Lima; los primeros años vivieron solos, ya que Andrea  no tuvo hijo hasta los 30 años, fueron los años más difíciles, pero también los más productivos; amasaron su fortuna con la crianza de ganado vacuno; una de las actividades que realizaban diariamente esos primeros años de sus vidas, fue el ordeñeo; al ordeñar las vacas, le decía a su amada Anti: “Este es el corral de las vacas y éste es el de los becerros, tú te encargas de cuidar los becerros para que no se lo mamen a sus madres hasta que le saquemos sus leches, escucha con atención los huaynos del ordeñador que soy yo, ten en cuenta, que si la canción menciona Lucero, es porque voy ordeñar la vaca de ese nombre, tu sueltas el becerro cría de esa vaca, tu trabajo es abrirle la puerta a ese mamantón, que correrá a lactar la teta de su madre”; así, entre canto y ordeñeo, progresaron, entre trabajo y aprendizaje, aprendizaje y trabajo, hasta convertirse en los más pudientes de Jupaymarca, la estancia mayor donde está ubicado Rancho Paria. Raymundo pertenece a la clase campesina; al campesinado como clase en esos tiempos podríamos clasificarlos en: a) Campesino Rico formado por los terratenientes, que apoyaban a los americanos y a los terratenientes, la gran mayoría poseía propiedades parcelarias en las comunidades de la Sierra, en los valles de la Costa y en las colonizaciones de la Selva. b) Campesino Medio, son explotados por el Imperio y la Gran burguesía, campesinos medios de capa inferior, por el carácter de la sociedad se arruinaban y pasaban a formar las filas del campesino Pobre, de los asalariados del campo y del artesano en las ciudades. c) El Campesino Pobre; en esos tiempos, eran la base de la economía colonial, constituidos por los colonos, yanaconas, aparceros, allegados, jornaleros, compañeros, medieros, asalariados agrícolas, etc., que formaron las Comunidades, principalmente en la Sierra, por haber sido empobrecidos por la explotación a que fueron sometidos por muchos siglos. Pomapatino por su extracción de clase pertenecía al campesino pobre, que para su desarrollo, familiar, económico y social, tuvo que contar con el trabajo de Yanaconas, Allegados y Arrendires; en condiciones casi de igualdad; por eso en el Rancho Paria se desarrolló la crianza de animales y la pequeña industria láctea, del que estaban admirados no sólo los huastinos, los chiquianos, sino también los vecinos de las punas vecinas.

Los Serafín, los Jara, los Ocrospoma, los Maguiña y todos los vecinos se admiraban del pronto progreso de la familia Valderrama González; Jacobo Jara dueño de Puntahuaye, se maravillaba del progreso extraordinario de Pomapatino, en los diálogos que tenían, cuando se encontraban, le preguntaba: Cómo haces para lograr el progreso tan pronto?; Raymundo le explicaba: “Es muy fácil hermanón, trabajo cantando mis huaynos, cuyos versos extraigo de los montes y laderas de Paría, me quedo observando sus paisajes, ellos me van diciendo, como progresar”; “No vengas con esas mentiras compadre”, replicaba Jacobo; “Háblame en castellano, en positivo; Qué va decirle a uno una roca, un paisaje, una cordillera, la nieve?; ¡Ah caramba viejito, tú sí que estás perdido en el tiempo!; “es lo mismo que los caminos,

que también cuentan cosas, son más de lo que se mira; si uno se fija en la hierba descubre, que por debajo de ella, van otras hierbas, consolidando a los caminos, por el recorrer de los ganados se afianzan; Jacobo tienes que conocer el paisaje, yo  lo conozco, miro, lo escucho desde el tranquero de mi corral, que me enseña muchas cosas que tú no has comprendido y seguro que por eso no progresas”; Repítamelo, cómo es eso compadre?; “Ya te he dicho que me hables en positivo, que me hables en cristiano, o es más o es menos, son cosas de este mundo o tal vez del otro que yo no lo conozco”; “Aguarda, te voy volver explicar, lo que te falta para llegar a entender lo que andas preguntando, que es lo que me cansa más; es que tú no te haces amigo de la naturaleza, porque no lo recorres alegre, cantando, silbando, estas actividades lo va quitando a la jornada de trabajo fastidiosas horas, le va enseñando lo que es la vida; porque para mí, no hay cosa más sabrosa que un caminar largo cantando, eso lo he vivido, lo he hecho por el paso de Huamanhueque, me eché, por lo menos diez viajes, también la punta de Puntahuaye, que también es muy famoso; eso lo sabemos nosotros que estamos dentro del paisaje, pero pronto se arma un alboroto entre los pomapatinos, aquinos, huastinos y tantos otros viajeros, manifestando su preferencia; Cuál es el cerro más salvaje: Huamanhuegue, Puntahuaye,  Pirurupunta o el Portachuelo?;  al fin y al cabo que importa, ya que en tiempos de lluvia todos matan a los arrieros que por allí sacan las cargas de las punas más frías de los parajes ancashinos; el secreto es conocerlos, hacerse amigo de ellos, dominarlos, solo así, ya en invierno o ya en verano, puedes llevar los animales a Chiquián, Huaraz, Barranca o a Lima, para venderlos; así voy haciendo mi fortuna con la ayuda de mi familia y de la madre naturaleza”.

Así continúo la vida criandera de Pomapatino, planteando siempre nuevas alternativas; iba analizando los estertores de Jupaymarca, que con el vuelo de las bandadas de cóndores, de patos y de garzas, con el chapoteo interminable de las bestias en los fangos, se tornaba hermosa, casi inigualable. Al viajar a Huasta, siempre tenía que pasar por Huamanhuegue  después de haber cabalgado a través de la verde inmensidad de los campos, cerros; salía de viaje con la sombra por delante, sobre el camino éste le pasaba por encima y ya le llevaba a la espalda; él siempre estaba en el centro del llano, un círculo de espejismos donde se funde el paisaje, caldeada por el sol antes de convertirse en cielo; atravesaba quebradas, la verdes praderas de Rodeo, ríos cuyas aguas duplicaban el alba del oro y del crepúsculo de púrpura de la naturaleza; así cruzaba los páramos desolados de hierbas santas de Mesapata, donde el sol tuesta y consume; un grito melancólico de arriero de animales, se convertía en huayno, y el huayco se volvía un grito alegre que se extinguía en la inmensidad del panorama del Rancho Paria, en tierras ancashinas; por otro lado los vientos siempre peinando el pajonal¸ pasaban de largo junto al viajero, le arrebataba momentáneamente el sol que estaba encima; gracias compañero de viaje, decía Raymundo; los vientos seguían su carrera, peinando el cielo, el panorama, que por allí iba huyendo como ánimas encantadas; así con el huayno entre sus labios, se ganaba la vida, aumentaba sus ganancias al vender los animales que criaba en la generosa Paria; prefería el trabajo de criandero de ganados vacunos, bestias, mulas, burros en Pariapampa, vacas, toros y bravos en la ladera de Machamacha; puntas de ganado lanar entre Rodeo, Toclla y Tingo Chico, conducidos desde un extremo a otro en la vasta región ancashina; allí desarrollaba jornadas de lucha y trabajo, Pomapatino; el dinero que obtenía de la venta de sus animales, ahorraba; en algunas ocasiones hasta lo derrochaba conforme cobraba; parrandero espléndido, amigo generoso; cuando ya se encontraba entre copa y copa; decía a sus trabajadores, a sus criados: “Sigan nomas muchachos, me quedo aquí, vendan el ganado a como se los paguen, pero no se dejen engañar, cojan la plata para chupar como hombres libres y democráticos, porque la vida es corta y hay que gozarla”.

Lima 15 de marzo del 2022.

Alfonzo Valderrama.

19
Mar
22

El proyecto de ley de seguridad en línea del Reino Unido es una pesadilla autoritaria.

Este es el fin de la libertad de expresión en línea

fraser myers


POR FRASER MYERS
*

Este es el fin de la libertad de expresión en línea

Internet ha cambiado radicalmente en la última década más o menos. Mientras que los gigantes de las redes sociales alguna vez se jactaron de ser ‘el ala de la libertad de expresión del partido de la libertad de expresión’, en los últimos años, Facebook, Twitter, YouTube y otras plataformas se han vuelto cada vez más censoras, tomando medidas enérgicas contra las opiniones disidentes y el discurso ofensivo. Big Tech ha disfrutado de este papel como árbitro no oficial del pensamiento aceptable. Pero mientras que los gustos de Facebook pueden haber dañado gravemente la libertad de expresión en línea, podría ser el gobierno del Reino Unido el que dé el golpe mortal.

Esta semana se publicó el tan esperado proyecto de ley de seguridad en línea , que tiene como objetivo hacer del Reino Unido el «lugar más seguro para estar en línea del mundo», en otras palabras, el país con el Internet más estrictamente regulado y censurado de cualquier democracia liberal. Esta gigantesca pieza legislativa tardó cinco años en elaborarse, y esos cinco años muestran. El proyecto de ley es de gran alcance y aterrador en sus implicaciones para la libertad de expresión.

Lo más significativo es el ‘deber de cuidado’ que el proyecto de ley impone a las empresas de redes sociales. Las plataformas tecnológicas estarán legalmente obligadas a evitar que los usuarios vean tanto contenido ilegal como «contenido legal pero dañino».

Lo que realmente constituye ‘contenido dañino’ aún no se ha revelado. Si el White Paper de Online Harms (publicado en 2020) sirve de guía, es probable que incluya contenido que podría causar daño psicológico, desinformación y troleo o acoso. Por supuesto, todos estos ‘daños’ son subjetivos. El ‘troleo’ puede extenderse desde bromas juguetonas hasta acoso persistente. Las opiniones que las empresas tecnológicas consideran como «desinformación» tienen menos que ver con mentiras y verdades que con la conveniencia política.

Una vez que el parlamento apruebe esta lista de daños, el secretario de cultura tendrá el poder de agregar más categorías de daños, y las empresas deberán informar sobre nuevos «daños emergentes» a Ofcom, el regulador de comunicaciones del Reino Unido. Por lo tanto, debemos esperar que el ámbito de censura del proyecto de ley se amplíe con el tiempo.

Las empresas que no cumplan con los nuevos requisitos del deber de diligencia, o que obstaculicen o brinden información falsa a Ofcom, pueden recibir una multa de hasta el 10 por ciento de sus ingresos mundiales anuales, y los ejecutivos de la plataforma pueden ser condenados a hasta dos años. en la cárcel. Estas severas sanciones han permitido a la secretaria de cultura del Reino Unido, Nadine Dorries, afirmar que se está enfrentando a Big Tech y que está responsabilizando a las empresas de Silicon Valley. Pero no son las grandes empresas tecnológicas las que sufren cuando se restringe la libertad de expresión en línea. De hecho, ya han demostrado su indiferencia hacia la libertad de expresión.

Después de todo, no son Facebook, Twitter o Google los que producen el contenido ‘dañino’ que el gobierno quiere eliminar. Somos nosotros, los usuarios de las redes sociales, los ciudadanos deplorables e indisciplinados, los que estamos diciendo cosas que nuestros amos políticos preferirían que no dijéramos. Es nuestra capacidad de expresarnos la que se verá restringida por esta legislación, no la de ellos. Y es por eso que este proyecto de ley es tan preocupante.

Como si las grandes tecnológicas no fueran lo suficientemente censuradoras, el proyecto de ley de seguridad en línea agrega un incentivo comercial adicional para censurar. Las empresas no se arriesgarán a multas para proteger la libre expresión de Gary de Sidcup o Jemimah de Penge. El proyecto de ley significa que las plataformas, cuando se enfrenten a contenido que posiblemente se acerque al umbral de ‘dañino’, lo censurarán primero y luego harán preguntas. (Una ley similar en Alemania, que alentó a Big Tech a censurar de manera más proactiva, terminó censurando a uno de los ministros del gobierno que impulsó la legislación).

Sin embargo, a pesar de esto, con un descaro asombroso, Dorries incluso ha tratado de presentar su nuevo régimen de censura digital como una victoria para la libertad de expresión. «Facebook y otros ya no podrán silenciar arbitrariamente a los usuarios con un clic del mouse, sin explicación ni acceso a apelación», escribió en el Telegraph esta semana.

Eso se debe a que el proyecto de ley permitirá que el gobierno defina lo que es dañino, en lugar de Big Tech. Pero eso no impide que esto sea censura. Además, la responsabilidad de promulgar la censura aún recae en Big Tech, y el proyecto de ley difícilmente podría ser más claro en cuanto a que la forma en que las plataformas se ocupan del contenido dañino es censurarlo. Esto es censura estatal, subcontratada a una empresa privada.

Dorries también señala el hecho de que el proyecto de ley contiene disposiciones para que los usuarios «apelen» la decisión de una plataforma de eliminar su contenido. Esto supone que habrá una gran brecha entre lo que Big Tech quiere censurar y lo que quiere censurar el gobierno. Ha habido sugerencias de que el gobierno del Reino Unido podría ser más generoso con las «creencias críticas de género» que Silicon Valley. Pero difícilmente niega el hecho de que el gobierno está listo para introducir franjas de nuevas reglas.

Y todos estos problemas discutidos hasta ahora se refieren solo a un aspecto de este gigantesco proyecto de ley. De hecho, casi nada escapa a su cometido. A medida que el proyecto de ley de seguridad en línea ha evolucionado a lo largo de los años, se han introducido nuevos elementos, aparentemente en respuesta a cada tragedia o escándalo que apareció en las noticias. Como señala Sky News , es un proyecto de ley que busca prevenir todo, desde delitos con cuchillos hasta trastornos alimentarios, trolleo anónimo y estafadores, todo a la vez, simplemente porque estas cosas pueden estar conectadas a Internet.

Pero si bien el proyecto de ley en sí puede ser confuso, sus consecuencias son demasiado claras. El proyecto de ley de seguridad en línea significa el fin de la Internet gratuita tal como la conocemos. La libertad de expresión en línea podría convertirse en una reliquia del pasado.

*Fraser Myers es editor adjunto de Spiked y presentador del podcast Spike . Síguelo en Twitter: @FraserMyers .

Fuente: spiked-online.com

19
Mar
22

¿Covid19 camuflado o gripe desorientada? — FILOSOFIA DEL RECONOCIMIENTO

IMAGEN EXTRAÍDA DE Vetustideces Vetustideces: La semana en viñetas 8/2021 Son muchas las radiografías que se han hecho de las sociedades occidentales actuales. Inclusive de los rasgos que a sus diversas descripciones hay que añadir por el impacto de la pandemia, la cual no se da por acabada porque los datos epidemiológicos lo indiquen —ayer […]

¿Covid19 camuflado o gripe desorientada? — FILOSOFIA DEL RECONOCIMIENTO
17
Mar
22

Comentario al artículo «Ahora nos dicen que Putin tiene una enfermedad…»

Mis consideraciones se ajustan a reales situaciones, a riesgo de padecer reiteradas restricciones a las mismas.

a) {Ahora nos dicen que Putin tiene una enfermedad que podría haber sido la causa de todo, no como Biden, Sánchez, Trudeau… que están tan “cuerdos”}*
Pues, los integrantes paranoicos y psicóticos del Nuevo Orden Mundial patriarcal, poseen el determinismo propio de toda corporación en el poder, como ha sido a partir de la organización de la horda primitiva; Determinismo propio de cualquier integrante de quienes conformamos esta civilización; Un determinismo que el poder global patriarcal utiliza eficientemente, siendo un irreversible proceso al tener el control condicionante mediático. El tema está, en que quienes podrán sobrevivir a este programa, apreciaran que los integrantes paranoicos y psicóticos patriarcales, inevitablemente, se devastaran entre ellos mismos, pero después de una tremenda matanza a nivel global de diversas causas; Experimental, directa, suicidios, etc.; Debemos considerar que la neurosis no niega la realidad; se limita a no querer saber nada de ella; La psicosis la niega e intenta sustituirla; Llamamos “normal”, una conducta que reúne determinados caracteres de ambas reacciones; Esto es, que no niega la realidad, al igual de la neurosis, pero se esfuerza en transformarla, como la psicosis. El proceso utilizado en estas etapas que se inicia en marzo de 2020, es la “sorpresa planetaria” del confinamiento con todas sus consecuencias, creando un cuadro mundial neurótico/histérico desgastante, que luego con el diseño vacunatorio del periodo 2021 condicionan a la población mundial en la esperanza de modificar esa realidad impuesta, pasando a la psicosis total planetaria, entrando a la fase de este año 2022; En este proceso tienen a la población mundial total, para un manejo eficiente con el diseño de cepas, donde la contradicción constante es el arma eficiente para dirigir sin dificultad alguna a la masa psicótica. Veremos cómo se proseguirá desarrollando este programa, pero ya tenemos un irreversible hecho que modifica lo cultural/educativo/social; Han logrado que, la psicosis es ya, una integración psicológica y permanente sobre la civilización; Estamos así en una irreversible institución mundial psiquiátrica (manicomio) donde facultativos y “pacientes” están integrados como paranoicos/psicóticos; Cómo se sustentará una civilización “OMICRONADA” y “UCRANIA” absolutamente psicótica es una experiencia a la que, quienes sobrevivan podrán considerar.

“He nacido en el Siglo XX desarrollando mi existencia en un marco cultural y educativo que, no obstante, las alternativas en las que nos exponía la conflictividad de la civilización eran comprensible para mí, como el estar en un ámbito de diversidad, que me permitía asumir con libertad mi propia elección de vida en una realidad social, educativa, científica, etc.: A partir de marzo de 2020, en este Siglo XXI se inicia un proceso programado, que en el transcurso de estos dos años, me ubica como un animal con bozal sujeto a una cuerda direccionada por un Nuevo Orden Mundial paranoico y psicótico; Considero no tener ya, interés alguno de vida en esta sociedad; La realidad es inevitable e independiente del deseo y la ilusión.”Por Osvaldo Buscaya (Bya)

(Psicoanalítico)

Femeninologia (Ciencia de lo femenino)

Lo femenino es el camino

Buenos Aires

Argentina

17/03/2022

*Ahora nos dicen que Putin tiene una enfermedad que podría haber sido la causa de todo, no como Biden, Sánchez, Trudeau… que están tan “cuerdos”

Por

El Diestro

 14 marzo, 2022

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Si ustedes abren cualquier página de cualquier medio grande de comunicación de este país, se encontrarán con que Putin es muy bueno y Zelenski es muy malo, cuando los dos son malísimos. Pero han dado un paso más y ese sí que es preocupante y criminal, los rusos son muy malos y los ucranianos muy buenos, cuando los dos pueblos son víctimas de los caprichos de sus políticos, tal y como sucede en España y en el resto del mundo.

Pero además de eso, llevan días intentando convencernos de que Putin es poco menos que el demonio y un ser con cientos de defectos. Que si tiene amantes, hijos secretos, caprichoso, que si tiene un búnker… Y ahora nos cuentan, también, que esta enfermo y que esa enfermedad podría haber sido la principal causa para que comenzara el conflicto.

Y es que varios medios publican que “fuentes de inteligencia afirman que el líder ruso podría sufrir un trastorno cerebral causado por demencia o enfermedad de Parkinson, como resultado del tratamiento con esteroides para el cáncer”. Como verán, lo que pretenden es aterrorizarnos de la misma forma en la que lo han hecho desde hace dos años.

Pero miren que nos llama la atención esta noticia sobre Putin, porque de Biden nunca han dicho nada, con lo “bien” que está de la cabeza, ¿verdad? ¿Y de sus aliados? ¿De Sánchez? ¿De Trudeau? ¿De Macron? ¿De Boris Johnson? Propaganda en estado puro…

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